Hace
500 años que
Shang Tsung se había alojado en la Tierra (conocida como
EarthRealm) donde estuvo a cargo de un torneo y teniendo el control total de dicho
Mortal Kombat, logrando así imponer sus propias decisiones sobre las batallas en la isla. Siempre eligiendo quién contra quién y haciendo que
Goro (una mutación de humano y dragón) sea quien los derribe. Si ésto no se lograba, el hechicero sería el último contrincante quien derrotaría al último luchador de pie para no perder poder, evitando así que alguno se oponga a cumplir sus obligaciones ni que se atreva a ponerle fin a su plan. Logrando matar y robar el alma del vencido para adquirir fortaleza, más poderes y la juventud eterna. Incluso dejando los cadáveres como alimento del príncipe
shokan...
Como en todo torneo, siempre hay un premio:
EarthRealm era dicho trofeo. Tras
9 campeonatos ganados en consecutiva (los cuales, cada uno pasaba cada
50 años), sólo quedaba
1 más por ganar y completar los
10 triunfos seguidos para que
Shang Tsung obtenga poderío sobre la Tierra y se una al InfraMundo.
La misión indirecta de unos
6 nuevos kombatientes sería salvar a su planeta sin siquiera saberlo. Con la ayuda de
Raiden, el Dios del Trueno limitado a ser humano por el deseo de participar, intentarían de los
7 mortales al menos
1 ganar para que
EarthRealm no forme parte de
OutWorld, reino gobernado por
Shao Kahn.
Gracias a ciertas habilidades, disciplina, entrenamiento y el ser consciente luego de lo que estaba en juego,
Liu Kang logra vencer a todos sus rivales, logrando así ganarle limpiamente a
Shang Tsung y convirtiéndose en el campeón de
Mortal Kombat y salvador de la Tierra.
EarthRealm se salva y
OutWorld finalmente retira su propósito.